282017Ago
¿Qué es la Hepatitis C? ¿Cómo la detectamos?

La infección por el virus de la hepatitis C (VHC) es una de las más frecuentes a nivel mundial y representa un verdadero problema de Salud Pública.

La hepatitis es una inflamación del hígado que en este caso es producida por un virus llamado virus de la hepatitis C.

Aun cuando se desconocen las cifras actuales de prevalencia (personas con infección actual o pasada) posiblemente estén en torno al 1.2% de la población y un tercio de ellas tendrían una infección actual. Es decir que en nuestro país la cifra de pacientes con infección actual del VHC estaría en torno a 200.000 personas.

El Virus de la Hepatitis C tiene una gran variabilidad genética y se conocen hasta seis tipos distintos, los llamados genotipos (1, 2, 3, 4, 5, 6) y algunos de ellos con subtipos. En España, el subtipo más frecuente es el 1b.

Según explica el Dr. Miguel Ángel Simón, especialista en Aparato Digestivo en Zaragoza y experto en enfermedades hepáticas, explica la importancia de conocer el genotipo para elegir correctamente el tratamiento antiviral.

¿Cómo se adquiere la infección?

La forma más frecuente de contraer la infección es a través del contacto directo con la sangre contaminada por el Virus de la Hepatitis C.  En los años 80, la causa más frecuente en España fueron las trasfusiones de sangre. Sin embargo, gracias al cribado de todas las unidades de sangre esta vía de transmisión ha desaparecido.

Las situaciones actuales más comunes suelen darse con el contacto con agujas o jeringuillas infectadas y consumo de drogas por vía parenteral. La transmisión a través de las relaciones sexuales es poco relevante excepto en prácticas de hombres que tiene sexo con hombres sin protección con consumo de drogas y en presencia de infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).

Los hijos de madres con infección VHC tienen un riesgo pequeño de adquirir la infección excepto si coexiste una infección VIH.

¿Qué evolución tiene la infección por VHC?

En general se trata de una enfermedad asintomática. Aunque puede presentar algunos síntomas como dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen, hinchazón abdominal, orina turbia, fatiga, ictericia…

Tras la infección aguda la mayoría de los pacientes evolucionan hacia la hepatitis crónica (HC), y ésta puede evolucionar a formas progresivas como son la cirrosis y el cáncer de hígado, aunque la mayoría de casos son enfermedades leves o moderadas.

La velocidad de progresión es muy variable y aunque no se conocen en profundidad todos los factores implicados se sabe que aquellos pacientes con consumo activo de alcohol, infección asociada VIH, presencia de fibrosis en la biopsia o edad avanzada progresan de una forma más rápida.

Por el contrario, las mujeres y aquellos que adquieren la infección en épocas tempranas de la vida la progresión a formas más graves es muy lenta e infrecuente.

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¿Cómo se diagnostica la Hepatitis C?

La única forma de diagnosticar la presencia del VHC es mediante análisis de sangre en los cuales se miden la presencia de anticuerpos de la hepatitis C. Aquellas personas que estén infectadas o lo hayan estado en un pasado presentarán dichos anticuerpos.  Por ello, es necesario realizar otro análisis que detecta la presencia del virus C activo (RNA VHC) para conocer si tienen la enfermedad activa.

Para evaluar el grado de repercusión a nivel hepático se realizaba una biopsia hepática, pero actualmente se realiza una prueba más sencilla y no invasiva que mide el grado de fibrosis a nivel hepático: Elastografía hepática (Fibroscan®).

Se trata de una prueba indolora que proporciona una información muy valiosa para el seguimiento de la hepatitis crónica.

¿Se puede curar la Hepatitis C? ¿En qué consiste el tratamiento?

El tratamiento actual de la hepatitis C ha presentado una revolución incomparable con otros avances de la medicina ya que permite curar la infección VHC.

El uso combinado de antivirales de acción directa (AAD) ha permitido alcanzar tasas de curaciones de la infección VHC superiores al 95% y sin efectos adversos.

En este momento las pautas comercializadas permiten tratar con un único preparado todos los genotipos actuales por un periodo entre 8 y 12 semanas lo cual “simplifica” mucho el tratamiento.

Una vez disponemos de un tratamiento muy eficaz el siguiente paso es plantearse la eliminación de la hepatitis C.

La OMS ha puesto el año 2030 como fecha para poder eliminar la infección. Ello supone un esfuerzo de los países en diseñar planes de actuación (estrategias) que permitan tratar a todos los pacientes con infección conocida y poder diagnosticar a las personas infectadas por VHC que desconocen su infección.

Esto es particularmente importante en grupos de pacientes de alto riesgo de infección VHC como son los usuarios de drogas por vía parenteral, internos en prisiones y hombres que tienes sexo con otros hombres.  En estos grupos además se deben realizar medidas de prevención para evitar la reinfección una vez conseguida la curación de la infección.

Dr. Miguel Ángel Simón Marco – Especialista en Aparato Digestivo en Zaragoza

Experto en:

  • Endoscopia digestiva
  • Colangiopancreatografía
  • Cáncer de colon y recto
  • Tratamiento de la obesidad
  • Endoscopia
  • Cirrosis
  • Enfermedades hepáticas
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