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Causas, diagnóstico y tratamiento de las Hemorroides

Las hemorroides son un problema incómodo que se suele sufrir en silencio. Sin embargo, son más comunes de lo que creemos y es que hasta el 80% de la población sufrirá esta complicación al menos una vez en su vida.

¿Qué tipos de hemorroides hay? ¿Por qué salen? ¿Cómo se eliminan? Descubrirás todo esto y mucho más en este artículo. Además, en este otro artículo te contamos consejos para prevenir la aparición de hemorroides.

Generalmente, no son dolorosas, aunque si se forma un coágulo de sangre, pueden causar mucho dolor y ser muy molestas, pero solo se suelen tratar quirúrgicamente cuando se salen persistentemente o si producen síntomas adversos como sangrado rectal, logrando excelentes resultados con una técnica sencilla.

En el siguiente vídeo, el Dr. Deus Fombellida explica cuáles son las causas y síntomas de las hemorroides.

En el reproductor superior también puedes escuchar la entrevista que le hicieron al Dr. Deus en Cope Zaragoza sobre este tema.

En Zaragoza, el Dr. Javier Deus, miembro de Doctología, es experto en Cirugía de las Hemorroides y Jefe de Sección de Cirugía General y Digestiva del Hospital Clínico Universitario de Zaragoza desde 1995.

Pregunta.- ¿Qué son las hemorroides?

Dr. Deus.- Las hemorroides son formaciones vasculares normales, del margen anal y del canal anal que están presentes en todos los individuos desde el nacimiento.

Por lo tanto, solo hablamos de enfermedad hemorroidal cuando las hemorroides provocan síntomas.

P.- ¿La enfermedad hemorroidal es frecuente?

Dr. D.- Es muy frecuente y de hecho se estima que hasta el 80% de la población habría estado aquejado al menos una vez, a lo largo de su vida.

El problema afecta a los dos sexos por igual y a cualquier edad, aunque quizás sea un poco más frecuente entre los 45 y los 65 años.

P.- ¿Cuáles son los factores causales?

Dr. D.- Pocos factores causales han sido identificados y confirmados. No obstante, algunos periodos de la vida genital, en particular el 3º trimestre del embarazo y el postparto, son momentos de riesgo.

Los trastornos del tránsito intestinal juegan un papel importante y en particular el estreñimiento, cuando está asociado a esfuerzos para la defecación.

El consumo de alimentos sazonados y picantes a menudo es señalado, pero este dato no ha sido formalmente validado, así como los antecedentes familiares, el café y el alcohol.

P.- ¿Qué tipos de hemorroides hay?

hemorroides externasDr. D.- Hay que distinguir las hemorroides externas y las hemorroides internas. Las dos se comunican, entre ellas, mediante venas y arterias.

Las hemorroides externas se localizan en el borde del ano, mientras que las hemorroides internas están en el canal anal. Se encuentran distribuidas en tres paquetes o nódulos hemorroidales.

P.- Al estar presentes en todas las personas y ser estructuras normales ¿Qué función tienen? ¿Para qué sirven?

Dr. D.- La función exacta de las hemorroides se desconoce pero, ciertamente, juegan un papel en el mecanismo de la continencia anal asegurando una parte de la presión anal en reposo.

P.- Las hemorroides, ¿cuándo son consideradas como patológicas?

Dr. D.- Las hemorroides son consideradas como patológicas cuando provocan síntomas. Es decir, cuando desencadenan manifestaciones clínicas que se exteriorizan, principalmente, por el sangrado, el prolapso y salida de las hemorroides del ano, la trombosis, etc.

prolapso hemorroidal

Prolapso hemorroidal

Entonces se habla de patología hemorroidal, que es sinónimo de enfermedad hemorroidal.

P.- ¿Por qué se producen las hemorroides?

Dr. D.- Parece ser que el elemento clave es la alteración y la debilidad de los tejidos y de las fibras musculares existentes en la zona. La misión de estos tejidos es la de fijar las hemorroides a las estructuras anales y al esfínter interno.

La fragilidad de estos tejidos, o la ruptura de las fibras musculares, unido a la presencia de heces duras y a los esfuerzos repetidos para la defecación, favorecerían la salida y la exteriorización de las hemorroides por el orificio anal, provocando la congestión venosa y facilitando la aparición del sangrado.

P.- ¿Cuáles son los signos y los síntomas de las hemorroides?

Dr. D.- En la mayor parte de los casos existe una fuerte dilatación varicosa, apareciendo como rodetes azulados o violáceos bien sea como nódulos aislados o como un rodete circular.

Hay dos manifestaciones que son las más frecuentes: la hemorragia y el prolapso hemorroidal, que es la salida y exteriorización de las hemorroides.

Las hemorragias surgen durante, o después, de la defecación. La aparición de un sangrado independiente de la defecación es rara, pero posible. Se trata de sangre fresca, de un color rojo vivo, fluyendo gota a gota.

Cuando son ligeras solo dejan trazas de sangre en el papel higiénico. Cuando son importantes ensucian la taza del inodoro. La existencia de sangre recubriendo las heces debe hacer pensar en una causa alternativa a las hemorroides.

El prolapso hemorroidal es la exteriorización de las hemorroides por el orificio anal. Puede afectar a un solo paquete hemorroidal o a los 3 paquetes hemorroidales, siendo entonces el prolapso circunferencial.

prolapso hemorroidal

Se manifiesta por una sensación de exteriorización anal. De hecho, los pacientes tienen la impresión de que se sale algo por el ano, preferentemente durante la defecación.

Los dolores no son muy frecuentes y generalmente se asocian a una complicación. Sin embargo, algunos pacientes se quejan de dolores reiterados y periódicos que sobrevienen preferentemente durante la defecación y al terminar la defecación, sin tener ningún tipo de complicación ni otra patología asociada.

P.- ¿Cómo se diagnostican?

Dr. D.- El diagnóstico de la enfermedad hemorroidal se basa en el interrogatorio y en el examen clínico.

El interrogatorio es crucial ya que permite evocar el diagnóstico, detectar los signos de alarma y recopilar los elementos necesarios para sentar la indicación del tratamiento.

El examen clínico es ineludible. Tiene tres tiempos fundamentales: la inspección y la palpación del margen anal; el tacto rectal y la anuscopia.

La anuscopia consiste en la colocación en el borde anal de un pequeño instrumento que permite ver el interior y confirmar la existencia de hemorroides así como también permite descartar otras posibles alteraciones del interior del canal anal.

anuscopia

P.- ¿Cuáles son las complicaciones?

Dr. D.- Las complicaciones no suelen ser habituales y las más características son la anemia y la trombosis hemorroidal. El ataque hemorroidal agudo y el prolapso hemorroidal trombosado son menos frecuentes.

La anemia es la principal complicación

Ocurre cuando el sangrado es abundante y repetido. No obstante, es necesario asegurarse de que el sangrado no sea de origen colorectal.

Por ello, después de los 40 o 45 años, se debe hacer una colonoscopia incluso cuando los síntomas sean típicamente hemorroidales. Antes de los 40 años la colonoscopia sería necesaria, si existieran signos de alarma (diarrea sangrante…etc.)

La trombosis hemorroidal es muy frecuente

trombosis hemorroidal Se debe a la formación de un coagulo en una de las venas del plexo hemorroidal externo. Puede afectar a toda la circunferencia de los márgenes anales, pero, en general, se localiza en algún punto del margen anal.

El enfermo tiene un dolor muy intenso, de inicio súbito y reciente, permanente y sin relación con la defecación. También se nota una tumefacción dolorosa en los márgenes del ano, generalmente única, en ausencia de secreción y sangrado.

P.- ¿Cuál es la evolución y la historia natural de la enfermedad hemorroidal?

Dr. D.- Generalmente la evolución no es constante, ni es siempre igual. Varía de un enfermo a otro y no puede establecerse una historia natural única de las hemorroides.

La evolución hacia la complicación no es obligatoria. De hecho, en algunos pacientes se produce una disminución, o incluso una desaparición de los síntomas con el paso del tiempo en particular del sangrado.

No obstante, la enfermedad hemorroidal presenta diversos modos evolutivos: sangrados repetidos sin un prolapso importante; exteriorización muy importante de las hemorroides sin sangrado, trombosis hemorroidales de repetición, etc.

Los diferentes perfiles evolutivos en un mismo paciente pueden estar mezclados y juntos, o sucederse. Sin embargo, generalmente, la enfermedad evoluciona a través de una sucesión de periodos sin síntomas o relativamente asintomáticos y de agudizaciones que el mismo paciente describe como “ataques”.

Un episodio de diarrea, la agravación del estreñimiento o el embarazo pueden ser el origen de estos ataques.

P.- ¿Cómo se tratan las hemorroides?

Dr. D.- El arsenal terapéutico es muy amplio: régimen higiénico y dietético, tratamiento médico y tratamiento quirúrgico. A veces es difícil plantear correctamente la indicación del tratamiento.  Comenzar por las pequeñas medidas médicas y ambulatorias, a menudo, permite la curación.

Entre un 20% y un 30% de las hemorroides patológicas van a necesitar tratamiento quirúrgico.

En cualquier caso, como son estructuras anatómicas normales solo deben tratarse si producen síntomas adversos. De ahí que la demanda del tratamiento proviene del propio enfermo.

Solo cuando fracasan los métodos de tratamiento conservador se deberá plantear la extirpación del tejido hemorroidal.

P.- ¿Qué pautas sigue el tratamiento?

Regulación del hábito intestinal y de la defecación

Se trata del tratamiento básico de la enfermedad hemorroidal. El objetivo es modificar el volumen y el grado de hidratación de las heces.

Asesoramiento general y dietético

En parte cumple el objetivo primordial de luchar contra el estreñimiento. La finalidad es la de minimizar el esfuerzo defecatorio para lo que se indican dietas y recomendaciones de ejercicio.

Por ello, la necesidad de aumentar la ingesta diaria de fibra; la ingesta de líquido en grandes cantidades; la regulación de la deposición y la ingesta de bebidas frías por la mañana para estimular el vaciamiento rectal.

Tradicionalmente, se ha propuesto evitar los estimulantes del colon (café, té) así como el alcohol y las especias. Todos estos productos alimentarios no producen la enfermedad hemorroidal, pero pueden provocar una crisis hemorroidal.

Pomadas, cremas y preparados tópicos

Existen múltiples preparados. Su composición suele contener una combinación de antiinflamatorios, anestésicos locales y sustancias oleosas. Estos preparados actúan lubricando el canal anal y facilitando la evacuación de las heces.

En general, se aplican en forma de pomada y poseen la ventaja, para los pacientes, de que se aplican directamente sobre el lugar del dolor. No existe evidencia de su eficacia y pueden provocar atrofia cutánea e hipersensibilidad con empeoramiento del picor y escozor en la zona.

El mejor tratamiento tópico son los baños de asiento (sumergir la zona del ano en agua fría o tibia, pero nunca caliente) con la finalidad de disminuir la inflamación o el dolor.

Tratamiento médico

Los tratamientos farmacológicos se prescriben ampliamente en el tratamiento de la enfermedad hemorroidal porque constituye el único tratamiento médico disponible.

Los medicamentos flebotónicos no constituyen un tratamiento curativo causal. Actúan sobre la fragilidad capilar y tienen un efecto antiinflamatorio, siendo eficaz en el tratamiento sintomático de los ataques hemorroidales agudos.

El tratamiento oral, junto con la dieta, proporciona mayor eficiencia, rapidez y seguridad en la curación de los síntomas y en los hallazgos obtenidos en la exploración.

Tratamientos instrumentales

Se incluyen las inyecciones esclerosantes, la colocación de bandas elásticas o la fotocoagulación. El fundamento de estos tratamientos es la fijación de los tejidos mediante: inyecciones esclerosantes (inyectando una solución de líquido irritante en las hemorroides); o la colocación de ligaduras de goma elásticas, que ocasionen la destrucción del tejido.

tratamientos-instrumentales

Los porcentajes de éxito que se obtienen, globalmente, con estas técnicas no llegan al 50% de todos los casos y además pueden requerir la repetición del tratamiento, posteriormente.

La fotocoagulación (aplicación de calor mediante rayos infrarrojos) produce una cauterización y cicatrización de las hemorroides, aunque su eficacia es moderada.

P.- ¿Qué hemorroides se tienen que operar?

Dr. D.- La cirugía está indicada en pacientes con hemorroides sintomáticas. Es decir, cuando las hemorroides se salen de forma persistente y no se pueden reducir (devolverlas al interior del ano), o bien se salen al defecar y en los casos que se salen de modo espontáneo.
hemorroidectomia

También está indicada la cirugía cuando las hemorroides son causa de sangrado, de ensuciamiento y secreción anal, así como de dolor, picor y escozor ocasional.

Finalmente, en los casos en los que no han respondido al tratamiento conservador, cuando existe una patología perianal asociada (fisura anal, fistula perianal…), o bien cuando está presente una trombosis hemorroidal.

Actualmente existen dos opciones quirúrgicas: la hemorroidectomía (que es la técnica de referencia) y la hemorroidopexia.

La hemorroidectomía, tiene como finalidad extirpar y eliminar los tejidos enfermos y puede ser realizada con una gran variedad de técnicas e instrumentos.

La hemorroidopexia no extirpa el tejido hemorroidal, sino que secciona parte del prolapso mucoso y lo fija en el interior del canal anal.

P.- ¿Cuál es el pronóstico o convalecencia?

Dr. D.- Con independencia de la técnica y los instrumentos empleados, la hemorroidectomía puede estar asociada a dolor en el periodo postoperatorio, por ello indicamos medicación analgésica asociada a antiinflamatorios.

El establecer y seguir unas pautas dietéticas, de higiene y de actividad física permiten que la cicatrización definitiva se produzca entre las 2-3 semanas.

El resultado es muy bueno a medio y a largo plazo logrando, en todos los casos, la curación definitiva.

Dr. Deus Fombellida

El Dr. Deus es Profesor Titular de Cirugía en la Facultad de Medicina de Zaragoza, Jefe de Sección de Cirugía General y Digestiva del Hospital Clínico Universitario de Zaragoza desde 1995 y Jefe de Seccion de Cirugia Endocrina desde 2010. Con una amplísima experiencia en estos ámbitos, ha publicado en numerosas publicaciones de prestigio nacionales e internacionales. Ha participado como experto en un sinfín de congresos y reuniones científicas y continúa, a día de hoy, su progresión científica e investigadora.

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