Entrevista Dr. Chicón

Está considerado como uno de los gurús de la técnica de los hilos tensores, con un gran reconocimiento internacional. Lleva quince años dedicado a la Medicina Estética, hasta donde llegó empujado por esa unión de la ciencia, las humanidades y el arte que representa, en su opinión, esta especialidad y que a él le atraía especialmente. Se define como una persona inquieta y vive a caballo entre Madrid, Zaragoza, Valencia y Las Palmas.

Hoy la Medicina Estética se hace desde la autoestima no desde la vanidad

 ¿Por qué optó por la Medicina?

Supongo que por vocación, nunca me había planteado otra opción. Recuerdo que cuando rellenaba la solicitud para la universidad, mi padre me dijo, pon alguna otra carrera por si acaso y, realmente, no sabía qué poner porque pensaba que si no era médico no sabría a qué dedicarme.

¿Por qué eligió esta especialidad?

Creo que a la Medicina Estética se llega un poco de forma secundaria. Tiene un trasfondo más artístico, a veces comento que he hecho Medicina desde la parte de Humanidades. La verdad es que a pesar de ser una carrera de ciencias, tiene un trasfondo muy humanístico y ahí están también las artes. Creo que la Estética es la ciencia médica más próxima al arte junto con la cirugía plástica. Pienso que me empujó una vocación entre lo científico y lo artístico.

Lleva quince años trabajando, ¿cómo recuerda sus inicios?

Recuerdo aquellos años como muy ilusionantes. En aquellos momentos se hacía todo de forma muy autodidacta. Sabías de un compañero que hacía muy bien el relleno de labios y te ibas allí con él a aprender. Después ya salieron los másteres universitarios y soy de la primera promoción del Máster de la Universidad Rey Juan Carlos.

Nada más terminar la carrera, estuve en Urgencias en distintos hospitales de Madrid y una compañera que se dedicaba a la Medicina Estética me animó a colaborar con ella, me fui introduciendo en este mundo y hasta hoy, me encanta y sigo con la misma ilusión.

Trabajamos en un contexto de máxima seguridad y se trabaja de manera más eficaz

¿Ha cambiado mucho la Medicina Estética?

Sí, ha cambiado mucho en estos años, antes era una especialidad en la que los médicos trabajaban de manera aislada en su consulta y la formación era bastante ambigua, tampoco había unos criterios por parte de la Agencia del Medicamento sobre qué se podía poner y qué no.

Ahora, en cambio, estamos en un contexto de máxima seguridad y se trabaja de manera más eficaz, más controlada.

Médico estético Chicon Zaragoza

Y, ¿cómo llega a Zaragoza?

Llegamos a través de Salutae, nuestra empresa, dentro del desarrollo empresarial que tenemos en marcha. Llevamos ya tres años y estoy muy contento. Zaragoza es una ciudad que me ha sorprendido muchísimo, tiene un tamaño perfecto, es ideal para ir caminando a todos los sitios y la gente me ha acogido muy bien.

Madrid, Valencia, Zaragoza, las Palmas, ¿cómo se vive a caballo de tantas ciudades?

Te acostumbras a todo, además soy muy inquieto, trabajo una media de diez y doce horas diarias y estar cinco días a la semana en el mismo sitio creo que me costaría. Salir y cambiar de ciudad te da la posibilidad de conocer gente, de ver la vida. Es cierto que te agota pero a título personal te enriquece mucho y me da la posibilidad de crecer.

¿Ha cambiado mucho el perfil de sus pacientes, desde que empezó a trabajar?

Sí. La Medicina Estética, afortunadamente, se ha socializado. Ahora es un paciente mucho más informado, no sabría decir si bien o mal informado, porque existe mucha leyenda urbana, pero los pacientes tienen mucho más criterio y eso eleva el nivel de la Estética.

A nosotros nos pasa como a los psicólogos que nadie quiere reconocer que ha ido

¿Qué le aconsejaría a alguien que quiera mejorar su aspecto?

Como en cualquier otro ámbito de la vida, que se ponga en manos de un profesional, que se dejen asesorar por personas cualificadas y que vayan a un centro médico, donde además les escuchen y junto al médico puedan decidir qué hacer.

¿Los pacientes llegan a su consulta con una idea definida, quieren parecerse a alguien?

No, qué va. En España, tanto lo que ofrecemos los profesionales como lo que demandan los pacientes, es una Medicina Estética desde la autoestima no desde la vanidad. Los pacientes lo que quieren es atenuar, suavizar, parar una arrugas para que no vayan a más… Se hace una estética muy inteligente, aunque también es cierto que hay países en los que esto no es así y se trabaja de manera muy agresiva.

¿Por qué nadie quiere reconocer que ha pasado por alguna de vuestras consultas?

Aquí hay dos perfiles diferentes. El de aquella persona que sale diciendo todo lo que se ha hecho y hay otro al que le da todavía cierto pudor, supongo porque puede parecer algo frívolo y puede dar vergüenza. A nosotros nos pasa como a los psicólogos, que nadie quiere reconocer que ha ido. Pero esto, cada vez se da menos, incluso entre los hombres, que cada vez están entrando más en la Estética.

Detrás de cada gesto estético hay un trasfondo saludable

¿Cualquier edad es buena?

Si tenemos en cuenta que desde que nacemos nos cuidamos la piel, protegiéndola del sol, por ejemplo. La piel también puede cuidarse con vitaminas, con hialurónico. Detrás de cada gesto estético hay un trasfondo saludable, puede ser igual de bueno tomarse unas vitaminas que inyectarlas en la piel y no tiene por qué verse como algo frívolo y arrogante. Yo tengo pacientes por debajo de los treinta años y otras por encima de los setenta.

¿La cara es el espejo del alma?

Sí, totalmente, sobre todo los ojos. Yo diría que la cara en general y los ojos en particular. El médico estético es como un limpiacristales. Imagina una casa llena de grandes ventanales que, con el paso del tiempo, se han ido deslustrando, ensuciando un poco, nosotros lo que hacemos es limpiarlos para que la luz que hay dentro de la casa se vea con la misma fuerza que se veía antes. Pero si no existe esa luz no logras ver lo que hay dentro. Pues en nuestro caso es igual, a veces haces un tratamiento estético perfecto pero, en cambio, no luce porque la paciente está triste.

¿Y qué se hace en esos casos?

Yo se lo digo a las pacientes. Vamos a hacer dos trabajos, yo por fuera y tú por dentro, un trabajo en equipo y además utilizo este mismo símil.

La Medicina Estética en España goza de muy buena salud, somos el tercer país del mundo en el que más estética se hace

¿Qué es aquello con lo que más disfruta de su trabajo?

El contacto con la persona, atendiendo a esa vocación médica de la que hablaba. Soy muy clínico y necesito estar cerca de la gente, en mi vida profesional y en la personal. El resultado es satisfactorio profesionalmente, pero el crecimiento personal de que alguien venga a tu consulta y confié en ti… Eso, para mí, es lo más gratificante.

¿Qué proyectos tiene en su carrera profesional?

Yo trabajo en tres ámbitos diferentes, la parte asistencial, donde tenemos un proyecto de expansión muy interesante; en investigación, porque además soy profesor en la universidad, y mi trabajo en colaboración con la industria para diseño de nuevos materiales. Ahora mismo, el hecho de ser un referente en los hilos tensores para la cara, me han ofrecido participar en un proyecto para presentar esos hilos en todo el mundo.

¿Qué nos espera en la Medicina Estética?

Yo lo veo como un mercado muy abierto, da un poco de miedo el intrusismo porque los límites están muy difusos. Vamos hacia una demanda creciente, se ha incrementado un diez por ciento desde el año 2007 y se espera que de aquí a diez años se doble el volumen del sector, por la introducción del hombre en la estética y porque hay un abanico más abierto de edades.

Nuestra postura debe ser legitimarnos a nosotros mismos y trabajar cada día mejor. Con materiales y técnicas más seguras y con profesionales más cualificados. La Medicina Estética en España goza de muy buena salud, somos el tercer país del mundo en el que más estética se hace y los médicos españoles somos ponentes en todos los congresos internacionales y tenemos un gran reconocimiento.

Chicon Zaragoza estética

De Cerca…

– Si no hubiera sido médico…

Cualquier otra cosa, soy muy vital.

– Un libro que recomendaría…

“Pensar rápido, pensar despacio”, de Daniel Kahneman.

– La última película que ha visto…

Con mis hijos, fui a ver Spectre.

– Una canción…

Stand by me.

– Un viaje pendiente…

La India y Estambul.

– A qué dedica su tiempo libre…

Toco la guitarra, hago deporte y me gusta la naturaleza, el campo, los animales.