282015Ago
¿Vivo o trabajo en un edificio enfermo?

Pasamos hasta un 90% de nuestro tiempo en espacios cerrados: en nuestra casa, en el trabajo e, incluso, durante el tiempo libre, vamos a centros comerciales, bares, cines,…  En ocasiones, el ambiente en el que nos movemos y el aire que respiramos no tiene las mejores condiciones para nuestra salud y se produce lo que se conoce como “Síndrome de la oficina enferma” o “Síndrome del edificio enfermo”.

En este caso, estamos ante un “conjunto de enfermedades originadas o estimuladas por la contaminación del aire en espacios cerrados, que afecta al menos a un 20% de los ocupantes”, según define la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las causas son difíciles de identificar, en la mayoría de los casos tiene un origen múltiple, pero hay una serie de síntomas que se repiten cuando se produce esta afección:

  • Fatiga o decaimiento
  • Picor e irritación de piel, ojos, nariz o garganta
  • Lagrimeo o secreción nasal
  • Dificultades respiratorias
  • Dolores de cabeza
  • Náuseas
  • Trastornos en el sentido del olfato y del gusto
  • Resfriados frecuentes
  • Dificultades para concentrarse
  • Dermatitis
  • Depresión
  • Insomnio

El “Síndrome del edificio enfermo” se puede producir en edificios nuevos o recientemente remodelados, donde los síntomas disminuyen y pueden llegar a desaparecer en unos seis meses. El problema surge cuando el edificio está permanentemente enfermo.

Oficina enferma

Características de estos edificios

Los edificios enfermos tienen una serie de características comunes, según la OMS:

  • Mala ventilación
  • Localizaciones inadecuadas de las tomas de aire
  • Construcciones ligeras
  • Demasiados textiles en el interior
  • Edificios herméticos, las ventanas no pueden abrirse

Son situaciones que producen:

  • Contaminación ambiental
  • Olores
  • Campos Electromagnéticos
  • Iluminación deficiente
  • Ruido
  • Temperatura elevada
  • Inadecuada renovación de aire
  • Bajo porcentaje de humedad relativa
  • Ventilación
  • Factores Psicosociales

Qué hacer ante el “Síndrome del edificio enfermo”

  • Crear oficinas con espacios amplios, evitando las concentraciones de personal.
  • Elegir materiales ecológicos o aquellos que respeten los procesos de construcción.
  • Una buena ventilación de las instalaciones puede evitar las concentraciones de polvo en suspensión.
  • Un sistema eléctrico que esté bien diseñado. Aplicar una distancia mínima del trabajador ante la fuente productora.
  • El espacio de trabajo debe de contar con iluminación natural y debe de tener asegurada la iluminación general necesaria para las tareas que se realicen.
  • Mantener el nivel de ruido dentro de los parámetros y límites establecidos. El ruido puede ser muy molesto y fuente de estrés si se combina con una actividad que requiere concentración.
  • Un buen mantenimiento del sistema de calefacción y aire acondicionado, que los filtros estén limpios y eviten la acumulación de suciedad en los dispositivos.
  • Una humedad relativa que se mantenga entre el 30 y el 70%.
  • Asegurar la renovación del aire, ventilar y buscar el equilibro entre una buena ventilación y el ahorro energético.

Sobre salud y medio ambiente en Zaragoza trabaja ECODES y ofrece información con diferentes publicaciones y webs para consultar.

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