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Síntomas falsos de COVID-19. Consecuencias del confinamiento en oído y garganta

El Dr. Jorge Alfaro atiende urgencias durante el confinamiento y, como consecuencia del Estado de Alarma, pasará consulta online a partir del lunes 13 de abril. Pide cita si tienes algún problema.

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Las primeras instrucciones que nos ha dado desde el principio el Ministerio de Sanidad, de acuerdo con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), son: primero, quédate en casa para evitar el contagio; y segundo, si tiene fiebre, tos y dificultades para respirar, llame al médico.

No obstante, hay síntomas que nos pueden llevar a la confusión. ¿Cómo distingo si mi tos es alérgica o es un síntoma de contagio? Si de pronto he perdido el olfato y además tengo fiebre, ¿estaré infectado? ¿Estoy escuchando la música a un volumen demasiado alto?

Los otorrinos, se ocupan de cuidar los problemas que que afectan a la voz, el oído, el olfato y el gusto. Son especialistas que no están directamente involucrados en el tratamiento de la enfermedad COVID-19, pero su especialidad es la puerta de entrada del virus.

En ocasiones sus síntomas pueden confundirse con otras dolencias con sintomatología similar. El Dr. Jorge Alfaro, especialista en otorrinolaringología, nos explica esta vinculación y las consecuencias que puede tener la enfermedad en órganos como el oído, la nariz y la garganta.

Pregunta – Los pacientes con COVID-19 pueden tener síntomas relacionados con su especialidad. ¿Está vinculada la otorrinolaringología en el tratamiento de esta enfermedad?

Dr. Alfaro – Los otorrinos y los oftalmólogos, somos los especialistas que estamos más expuestos al contagio del coronavirus. En el caso de los oftalmólogos, porque para examinar los ojos han de acercarse peligrosamente a las vías respiratorias de los pacientes. Nosotros, los otorrinos, porque trabajamos las vías altas respiratorias, que son la puerta de entrada del virus.

Estas zonas son muy sensibles; vemos pacientes con dolor de garganta, con secreciones nasales, salivares… Pero no estamos directamente involucrados en el manejo de esta enfermedad del coronavirus, salvo para facilitar su tratamiento con la realización de la traqueotomía, cuando nos lo demandan.

Lo normal es que, si de pronto sufres dolor de garganta, sinusitis, cosas normales de catarros, otitis, o tienes problemas con el olfato, te pongas en contacto con tu otorrino. Él sabrá valorar y hacer el triaje si sospecha que los síntomas pueden responder a una posible infección del coronavirus. En ese caso te dirigirá al sitio correcto para ser atendido.

Muchas personas viven solas y no hablan con nadie en directo; salvo con las cajeras del supermercado o los farmacéuticos. ¿Esta situación podría atrofiar nuestras cuerdas vocales?

P. – ¿Qué problemas puede provocar el confinamiento en nuestra voz?

Dr. A. – Esta es una cuestión muy importante, sobre todo para la gente mayor. Las cuerdas vocales son un músculo que tenemos que ejercitar; al hablar lo hacemos sin darnos cuenta. Si permanecemos callados todo el día, porque vivimos solos, corremos el peligro de que se atrofien y salgamos del confinamiento con menos voz.

Esto se debe a que el músculo de nuestras cuerdas vocales pierden tono (disfonía muscular). Por eso, es imprescindible hacer lo posible para acostumbrarnos a escuchar nuestra voz en alto, especialmente si vivimos solos, del modo que nos resulte más cómodo: puedes hablar, leer en voz alta o incluso cantar por la casa si te apetece. Así lograremos mantener el tono de las cuerdas.

Si vivimos solos, debemos acostumbrarnos a escuchar nuestra voz en alto, para mantener el tono de las cuerdas vocales y evitar que se atrofien.

A algunas personas, el miedo, la ansiedad y el estrés del encierro les puede resecar la garganta y dejarles sin voz. No pueden evitarlo. Recuerda hidratar la garganta frecuentemente bebiendo líquidos para evitar tener este problema.

También se puede dar la circunstancia de personas a las que se les va la voz cuando sufren un estado de pánico. Cuando logran superarlo, las cuerdas vocales se desagarrotan; y la voz vuelve a fluir normalmente.

Desde el principio hemos leído que uno de los síntomas que parecen indicar, de forma definitiva, que se padece COVID-19, es una tos seca y continua. Algunos enfermos dicen que resulta insoportable. Pero a su vez estamos en primavera con toda la campaña de alergias en marcha…

P. – ¿Cómo distinguimos la tos alérgica y la tos del coronavirus?

Dr. A. – Aquí debemos de tener las ideas muy claras. La tos alérgica, provoca normalmente lagrimeo, estornudos y casi nunca fiebre. Se trata con antihistamínicos que mitigan esta dolencia. Una alergia es una respuesta inmunológica a estímulos o sustancias externas; los antihistamínicos son medicamentos que ayudan a aliviar los síntomas. Tienen un comienzo de acción rápido, en torno a una hora y su acción dura entre 12 y 24 horas.

Puedes diferenciar la tos alérgica de la tos del coronavirus porque la segunda es tan intensa que va acompañada de la falta de aire, e impide en muchos casos respirar con normalidad.

El tono de la tos del coronavirus se parece al de la tos alérgica; se diferencian en que con la primera no puedes parar de toser; es tan intensa que a veces da la sensación de que falta el aire para poder respirar, lo que incluso puede llegar a provocar arcadas. Además, cursa siempre con fiebre. Si se tienen estos síntomas, hay que  llamar de inmediato al médico.

P. – ¿El dolor de garganta es siempre un síntoma de contagio?

La irritación  y el dolor de garganta no tienen por qué ser un síntoma de COVID-19, si no van acompañados de lo expuesto (tos, fiebre, falta de aire). Pueden ser un indicio de otras patologías más comunes de las vías altas respiratorias: anginas (dan fiebre, pero veríamos las placas), faringitis, laringitis, etc.

En las actuales circunstancias, para salir de dudas, lo aconsejable es consultar con el otorrino y/o médico de familia y fiarnos de lo que nos diga. No debemos dejarnos llevar por lo que digan, sin ningún rigor científico, los miles de «gurús sanitarios» que estos días florecen en internet, aunque se hagan videos disfrazados de médicos ilustres…

¿Qué otros síntomas podemos confundir con los de la enfermedad pero tampoco tienen nada que ver con el coronavirus?

  • La tos por atragantamiento. Es un tipo de Tos momentánea producida porque, como se dice vulgarmente, la saliva “se nos va por el otro lado». Este tipo de tos es muy frecuente en gente de edad avanzada; se atragantan y tosen hasta que se tranquilizan.
  • La tos nerviosa. Muchas personas cuando sufren estados nerviosos o procesos de ansiedad, se les seca la garganta. Se quedan sin saliva y eso les provoca una tos, también momentánea, hasta que se hidratan de nuevo la garganta.

P. – ¿Puede afectar al oído el uso de auriculares durante un tiempo prolongado? ¿Podemos perder capacidad auditiva?

Dr. A. – Este capítulo es muy interesante porque afecta muchísimas personas, con o sin pandemia. El sonido que nos llega a los oídos mediante auriculares es un sonido directo, y tenemos que vigilar que el volumen en ningún caso supere los 60/70 decibelios. Si no respetamos esa norma, nuestra audición va a salir muy perjudicada.

La regla de oro para controlar que llevamos los auriculares con el volumen adecuado es que, con los auriculares puestos, si alguien nos habla por detrás, debemos ser capaces de oírle y entender lo que dice.

Para hacerse una idea, no existe problema, por ejemplo, si escuchamos música, la tele, la radio, el ordenador, el móvil, con sonido ambiente, sin auriculares. En este caso el volumen alto no perjudica especialmente a nuestro sistema auditivo. Quizá moleste a nuestros familiares o vecinos, pero no lesiona nuestros oídos.

La regla de oro para controlar que llevamos los auriculares con el volumen adecuado y recomendable es que, con los auriculares puestos, si alguien nos habla por detrás, seamos capaces de oírle y entender lo que dice. Estar aislados por exceso de volumen, es muy peligroso.

Los auriculares afectan a la audición

P. – Hay pacientes de COVID-19 que han perdido el olfato y el gusto. ¿Se puede afirmar que la pérdida de estos sentidos es un síntoma de la enfermedad?

Dr. A. – A día de hoy, no está demostrado científicamente que la pérdida del olfato y/o del gusto sea un primer síntoma que sirva para diagnosticar un posible contagio. Estas dolencias pueden ser originadas por una reacción alérgica o por un proceso infeccioso de otra índole; y, como tales, ser tratadas con los procedimientos habituales prescritos por el especialista.

Sin embargo, dada la situación actual, con la pandemia que sufrimos, la Sociedad Española de Otorrinolaringología, Cirugía de Cabeza y Cuello emitió recientemente la siguiente recomendación:

La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello recomienda incluir la aparición reciente de alteraciones del olfato y el gusto (anosmia, hiposmia, ageusia o disgeusia) y dolor faríngeo (también odinofagia), sin otra causa aparente, como sintomatología sospechosa de infección por SARS-CoV-2 y tomar las medidas de aislamiento y realización del test diagnóstico que se estimen oportunas, para evitar la propagación del virus por pacientes con poca sintomatología.

Lee aquí el comunicado completo de la SEORL-CCC

P. – ¿Qué otras recomendaciones ofrecería en relación con las enfermedades de garganta y oído y el coronavirus?

Dr. A. – Como recomendación general a la población, hay que asumir que la vida sigue a pesar del coronavirus. Ello significa que seguiremos padeciendo dolencias normales de las vías respiratorias altas, que tratadas convenientemente podrán ser resueltas sin mayor riesgo para nuestros pacientes.

Vivimos en un estado de alarma, y ello nos obliga a ser más rigurosos y a cumplir las normas que nos indican las autoridades sanitarias. Intentemos no caer en la histeria y el pánico. Seguiremos sufriendo anginas, otitis, sinusitis, pérdidas del olfato y del gusto, alergias… Todo ello tiene solución. Nuestro médico de familia y/o nuestro otorrino nos lo tratarán. Como han hecho siempre.

Dr. Jorge Alfaro – Especialista en Otorrinolaringología en Zaragoza

El Dr. Jorge Alfaro, es uno de los referentes aragoneses en la especialidad de Otorrinolaringología, miembro fundador de Doctologia.es. LLeva más 30 de años de consulta privada,  y es el Jefe de Servicio de la Unidad de Otorrinolaringología en el Hospital Quirón de Zaragoza, el Director del Programa de Detección Precoz de la Hipoacusia en recién nacidos. Ha sido pionero en introducir en la comunidad aragonesa varios tratamientos como la apnea del sueño infantil o la cirugía endoscópica de laringe con láser CO2.

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Hospital de Día Quirónsalud – La Floresta
Avenida Gómez Laguna, 82. 50012 Zaragoza

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