202017Jun
¿Cómo debo afrontar las notas de mis hijos? ¿Debemos castigarles o premiarles?

Termina el curso escolar y llegan las tan a veces temidas notas de final de curso del colegio, instituto o selectividad.

Muchos padres se preguntan cómo deben lidiar con este tema y encajar las notas, tanto si son buenas como si malas, y cómo deben relacionarse con sus hijos en estos momentos en lo que pueden surgir conflictos.

Sobre este tema ha hablado en COPE Zaragoza la psicóloga Paola Pérez, miembro del equipo del Dr. Vicente Ezquerro, nuestro especialista en Psicología y Psiquiatría.

Pregunta.- ¿Lidiar con adolescentes es un trabajo “agotador”? ¿Cuál es la mejor forma de lidiar con ellos?

Paola Pérez.- Es agotador para los padres y también para los hijos, es una etapa difícil. Los padres a veces tratan a los hijos como niños, pero estos chicos se encuentran entre dos mundos, entre niños y adultos y es una etapa complicada. Se están formando para la vida adulta pero no han adquirido la madurez suficiente, siguen necesitando a los padres, aunque les cuesta aceptarlo.

También hay que hacer referencia a la vida actual, no es una sociedad idílica, no facilita la educación de los hijos… los padres trabajan muchísimas horas y llegan a casa cansados.

¿El fracaso escolar puede afectar a la salud del adolescente?

Cada adolescente asume la situación de distinta forma, si es una persona con alta auto exigencia las malas notas sí que le podrían dar algún problema de tipo psicosomático.

Si es un adolescente que durante el curso no han trabajado lo suficiente se sienten culpables o a veces se enfadan consigo mismos, o no asumen las consecuencias que les vienen encima, como repetir curso, y lo suelen pagar con los padres.

Sin embargo, en pocos casos los jóvenes no son conscientes de que los resultados vienen por su falta de trabajo, lo asumen.

¿Está bien gratificar al adolescente si aprueba o es su obligación?

Es su obligación estudiar y aprobar, igual que para un trabajador trabajar, pero no está mal gratificarlo, es un premio al trabajo. Pero a veces estos premios se nos van de las manos, hay que pactarlos previamente para que no exijan algo fuera de lo normal. Tampoco tiene por qué ser algo material.

Los jóvenes son muy viscerales y a veces se enfrentar a sus padres, ¿es bueno vivir esta actitud de confrontación como parte de su proceso de crecimiento?

Ni bueno ni malo, normalmente es así y lo tenemos que asumir. Tenemos que tener en cuenta que es una etapa en la que forman su personalidad y suelen revelarse contra la autoridad. Forma parte de su crecimiento, pero no justifica que les permitamos algunas actividades. Hay que marcarles límites que sean claros y faciliten la convivencia.

¿Se puede pensar que no hay adolescentes incontrolables sino padres “impotentes”?

Existe la teoría de que actualmente los padres tienen menor capacidad de educación, pero no está bien culpabilizarles y atribuirles toda la culpa. Tenemos que tener en cuenta sus jornadas laborales, llegan muy cansados y con pocas energías para discutir.

Hay padres que han ido cediendo poco a poco y acuden a consulta porque no saben cómo afrontar la situación.

También hay adolescentes que exigen mucho, pero dan muy poco, no están acostumbrados a colaborar… se creen con muchos derechos, pero muy pocas obligaciones.

La sociedad es muy complicada, vamos a un ritmo frenético y ya desde niños es mucho más fácil vestirles, darles la cena, hacer los deberes con ellos… es más rápido hacerlo que enseñarles. Es mucho más complicado, pero más efectivo darle una caña y enseñarles a pescar que darles el pescado, deben aprender desde pequeños que tienen unas responsabilidades.

¿Qué les diría a los adolescentes que no entienden lo que les está pasando o por eso reaccionan de manera negativa?

Decirle que es una sociedad complicada, que están sometidos a mucho estrés porque es muy competitiva y fomenta mucho la satisfacción inmediata de todas las necesidades y eso hace que se desmotiven si no consiguen lo que quieren inmediatamente.

Desde pequeños les evitamos tener responsabilidades, les evitamos las frustraciones… de repente son adolescentes y se encuentran de golpe con algo que no saben manejar y se rebelan igual que los niños pequeños cuando tienen pataletas.

Es importante trabajar con ellos las emociones, que aprendan a reconocer qué sienten, cómo lo sienten y darles herramientas para manejar estas emociones incontrolables y ayudarles a enfrentarse con la realidad desde un punto de vista constructivo.

Pedir cita con el equipo del Dr. Vicente Ezquerro Esteban

Paseo Independencia, 19 - 3º Zaragoza

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