252018Jul
¿Los niños también sufren problemas cardiovasculares?

Siempre pensamos que el riesgo de sufrir un ataque al corazón es una problemática vinculada a los adultos y más aún a quienes llevan un estilo de vida no muy saludable. Sin embargo, últimamente observamos que los riesgos cardiovasculares en niños y en adolescentes son cada vez más comunes.

Este hecho no ha aparecido por mera casualidad, sino que viene asociado a un cambio de estilo de vida encaminado al sedentarismo. La evolución de la tecnología y las nuevas actividades con las que los niños pasan su tiempo libre (videojuegos, ordenador o teléfono móvil) incentivan que pasen muchas menos horas activas y en movimiento. Estas situaciones, ligadas a una alimentación poco saludable, son dos de los factores de riesgo para los problemas cardiovasculares en los niños.

Además de la obesidad y el sedentarismo, las cardiopatías congénitas en los recién nacidos son otras de las causas de sus problemas cardiovasculares. Entre las enfermedades congénitas las más comunes son las no cianóticas que se presentan con soplos que el médico percibe en la auscultación del niño.

Síntomas de defectos cardíacos congénitos graves

  • Color gris pálido o azul en la piel (cianosis)
  • Respiración rápida
  • Hinchazón en las piernas, el abdomen y la zona alrededor de los ojos
  • Dificultad para respirar durante la alimentación, lo que provoca un aumento de peso deficiente

Los últimos avances médicos para el tratamiento de las cardiopatías congénitas son los responsables de que la esperanza de vida de estos niños haya alcanzado el 85%.

La medición de la presión arterial, por sorprendente que pueda parecer, hay que realizarla no solamente a los adultos, sino también a los niños. La revisión de la tensión mediante este método puede ayudarnos a detectar hipertensión o hipotensión en el niño y realizar el adecuado tratamiento para solucionar estos problemas cardiovasculares.

El Doctor José Ignacio Urtiaga, miembro de Doctología y especialista en cirugía vascular en Zaragoza, nos resuelve algunas dudas sobre los problemas cardiovasculares que pueden sufrir niños y adolescentes.

Pregunta.- ¿Las enfermedades que afectan al corazón y a los vasos sanguíneos también afectan a niños?

Dr. Urtiaga – En los últimos 50 años se ha pasado de 67 fallecimientos en niños por cada 1000 habitantes a un 2%. Por lo tanto, creo que hemos reducido una barbaridad. España es un país en el que tenemos una alimentación controlada por nutricionistas en los colegios, por lo tanto, los problemas que se podían tener hace años, no los tenemos ahora.

La patología existirá siempre porque, preferentemente en los niños y en la adolescencia, es una patología que se forma en el feto de la madre y son malformaciones basculares, cardíacas o periféricas en las que la mortalidad siempre existirá.

Pregunta. – ¿Cuáles son las enfermedades cardíacas más comunes que podemos encontrar en los niños?

Dr. U. – Las que provienen del neonatal. Ocurre en aquellas situaciones en las que, en el momento del parto, la formación de la criatura no es la correcta genéticamente o hereditariamente. Nacen con una anomalía al nivel del corazón, por lo que muchas veces se tienen que operar recién nacidos.

Actualmente disponemos de UVIs neonatales y equipos de cirugía pediátrica con unos resultados muy buenos. Por lo tanto, dentro de esa mortalidad mínima tenemos los medios para tratar esa patología.

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P –Aunque no les pase nada, ¿a un niño hay que controlarle la presión arterial?

Dr. U. – Por supuesto. Aunque los niños tienen unas tensiones un poquito más bajas que las de un adulto, hay que pensar que puede haber factores hereditarios, como por ejemplo padres hipertensos.  Estos niños pueden tener una predisposición a tener hipertensión y, por lo tanto, hay que controlarlos.

De este control se encarga la pediatría convencional. Cuando se tenga constancia de una tendencia de hipertensión cronificada en el niño fuera del entorno de la consulta, hay que acudir a las unidades de pediatría específica en hipertensión.

Podemos controlar, estudiar y es obligatorio vigilar todo el sistema de riñones u otro tipo de órganos que nos puedan llevar a ello.

P – A parte de los controles habituales, ¿existen signos que puedan delatarnos a los padres, a los que estamos con ellos, de que el niño puede ser hipertenso o que tenga algún problema?

Dr. U. – De entrada, estos niños pueden tener un retraso del crecimiento o un trastorno urinario, ya que va muy relacionado con patología renal. Por lo tanto, todos los síntomas que pueda haber de dolor al orinar, infecciones repetidas, el tener que orinar o levantarse por la noche, nos pueden indicar que puede haber una patología renal. Esto puede ir asociado a fenómenos de hipertensión.

Sintomatologías como tener sed o enemas, sudoración, piernas frías… son síntomas que más o menos nos podrían orientar a los padres a predecir que al niño le puede ocurrir algo.

Factores de riesgo cardiovascular

La prevención es la mejor forma de evitar problemas del corazón en épocas posteriores de la vida. Por ello es muy importante controlar desde la infancia el mayor número posible de factores de riesgo:

  • Presión arterial alta (hipertensión arterial)
  • Colesterol elevado
  • Tabaquismo
  • Obesidad
  • Inactividad física

Pedir cita con Dr. J. Ignacio Urtiaga Barrientos

Paseo Independencia, 32 3º C - 50.004 Zaragoza

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