Recomendaciones del dentista durante el estado de alarma

Cepillarse los dientes es una actividad que tenemos tan mecanizada que, al igual que andar, escribir con un bolígrafo o respirar, hacemos sin pararnos realmente a pensar cómo. Nos resulta tan sencillo y natural que veces no somos conscientes de cómo ejecutamos los movimientos o de las zonas de nuestra boca que dejamos sin desinfectar. ¿De verdad hay una forma incorrecta de cepillarse los dientes?

Así lo explica el Dr. Fernando Loscos, director médico de la Clínica Dental Loscos en Zaragoza. Muchas personas sólo acuden al dentista cuando tienen algún problema, pero no se realizan revisiones de forma regular ni siguen unas pautas concretas a la hora de cepillarse los dientes.

En este artículo, el Dr. Loscos nos ofrece recomendaciones básicas para cuidar nuestra salud dental, tanto durante la extraordinaria situación que vivimos, como en nuestro día a día habitual. También aclara qué se considera una urgencia dental (y por tanto permite la visita al dentista durante la cuarentena) y qué medidas de prevención toman en la clínica para prevenir los contagios.

Pregunta – Muchas clínicas dentales ya han advertido que durante la cuarentena sólo atenderán urgencias dentales. ¿Qué se considera una “urgencia dental”? ¿Cuándo podemos ir al dentista mientras dure el estado de alarma?

Dr. Loscos – Es cuestión de utilizar el sentido común. Consideramos como urgencia dental cualquier situación que se encuentre un paciente en casa que no le permita realizar sus actividades habituales. Estas suelen ser:

1. Un traumatismo dental. Si nos damos un golpe en la boca y se fractura alguna pieza, corremos el riesgo de que el nervio también se vea afectado y nos produzca mucho dolor.
2. Una hemorragia incontrolable en la boca; es decir, aquella que surge tras un fuerte mordisco o un corte profundo. El sangrado asociado al cepillado cuando se padece una gingivitis no se considera una urgencia dental.
3. La aparición de una infección o un flemón importante, que a veces van acompañados de fiebre.
4. Padecer un dolor terrible, que el paciente sienta que no puede aguantar ni se solucione tomando analgésicos. Al fin y al cabo, los dolores de boca se pueden equiparar a un cólico renal o a un cólico hepático; no se pueden soportar con facilidad.

P. – ¿Es seguro acudir al dentista en caso de tener una urgencia dental? ¿Qué medidas se toman en la clínica para prevenir el virus?

Dr. L. – Nos encontramos en una situación de extrema alerta, por tanto tenemos que tomar medidas de seguridad específicas. En nuestra clínica, concretamente, seguimos un procedimiento muy meticuloso y controlado:

• En primer lugar atendemos las urgencias por teléfono; de esta forma evitamos las aglomeraciones y las visitas de pacientes que no sabemos si están infectados. Para atender a los pacientes a distancia estamos aprovechando todos los canales disponibles: videoconferencias, envío de fotografías a través de WhatsApp…
• Una vez atendida la consulta, cribamos qué es una urgencia que debemos atender de manera inmediata, y qué se trata de una situación que pueda aguantar un tiempo. Si consideramos que se trata de una urgencia, hacemos un segundo cribaje para asegurarnos de que el paciente se encuentra en buenas condiciones de salud: preguntamos si han tenido fiebre, si están en contacto con pacientes de riesgo, etc.

Consideramos como urgencia dental cualquier situación que se encuentre un paciente en casa que no le permita realizar sus actividades habituales.

• Si decidimos que el paciente puede venir a la clínica, le pedimos que venga solo. En caso de que no pueda mantenerse por sí mismo, la persona acompañante debe esperar fuera. Al llegar le tomamos la temperatura; después debe rellenar el cuestionario de nuevo y firmarlo con el aporte de la temperatura. Este cuestionario es específico para evitar posibles contagios de coronavirus.
• Cuando ha pasado el protocolo de entrada, hacemos que el paciente que se lave las manos con un gel hidroalcohólico y pase a la sala de espera; se procura que en ella solo haya un paciente al mismo tiempo. Además hemos retirado todas las revistas y prensa en papel para evitar contagios.
• Una vez dentro del gabinete dental, y de forma previa al tratamiento, le pedimos al paciente que realice enjuagues con una solución diluida con agua oxigenada para descontaminar la boca. En el gabinete extremamos nuestras precauciones (empleamos pantallas protectoras, guantes, batas…) y evitamos utilizar instrumentos que produzcan aerosoles.
• Cuando terminamos el tratamiento o la revisión, el paciente debe volver a enjuagarse. Después esterilizamos todos los materiales, como siempre.

Tomamos todas estas medidas para que la clínica dental sea un lugar seguro en esta situación de extrema alerta.

Los dentistas y ayudantes somos la profesión con mayor riesgo de contagio del coronavirus; por tanto nuestra protección debe ser máxima. El problema es que, muchas veces, no podemos recibir el material de protección necesario -mascarillas con protección FFP2 y FFP3, que son las que tienen el filtro adecuado para proteger de bacterias y virus-, por eso tomamos las medidas de seguridad que podemos y utilizamos doble mascarilla, pantallas protectoras, etc.

P. – Si aparecen llagas o aftas bucales, ¿podemos hacer algo en casa para disminuir sus molestias?

Dr. L. – En principio las llagas se curan espontáneamente, al cabo de 10 días; por tanto, no necesitan una visita directa al dentista. Sin embargo podemos tomar medidas paliativas, como aplicar agua con un poco de sal disuelta -es antiinflamatoria- para aliviar la herida, o acompañarla con antisépticos bucales, que no curarán la llaga pero sí la descontaminarán.

También podemos evitar tomar bebidas calientes y comer alimentos ácidos, picantes o duros, que pueden producir dolor al entrar en contacto con la lesión.

Es importante no descuidar la higiene de la boca en zonas cercanas por miedo a rozar la herida. Hay que cepillarse, con cuidado, para eliminar la placa bacteriana y que no se contaminen las aftas.

P. – ¿Puede influir el cambio tan drástico de rutina en nuestros hábitos de higiene diaria?

Dr. L. – No nos tenemos que volver perezosos. Debemos intentar mantener la misma rutina que seguimos habitualmente: acostarnos y levantarnos a unas horas prudentes, no cambiar nuestro ritmo de vida… Y, en cuanto a la higiene dental, seguir las mismas pautas que nos dictó el dentista en su día.

P. – ¿Y en patologías dentales? ¿Puede la situación actual aumentar nuestra predisposición a sufrir determinadas patologías o infecciones?

Dr. L. – No debería. Todas las situaciones que estén de alguna manera “controladas” no tendrán ningún problema. El paciente que acuda de normal al dentista, siga las normas de higiene y acuda a revisión con regularidad no se encontrará ninguna situación de riesgo adicional.

Ahora bien, los que ya parten de alguna patología previa –no se hacen una revisión desde hace tiempo, tienen caries, descuidan su higiene o tienen problemas gingivales- pueden ser más propensos a tener problemas. Si bien, no pensamos que esta situación se vaya a prolongar durante varios meses, por tanto simplemente deberá tenerlo en cuenta y acudir al dentista cuando esto acabe.

El paciente que acuda regularmente al dentista y siga las normas de higiene no debería tener problemas. Aquellos que parten de alguna patología dental previa o no tienen una higiene dental deficiente sí pueden ser más propensos.

P. – El bruxismo se puede ver influido por el estrés, ¿podemos desarrollar tendencias bruxistas estos días? ¿Cómo podemos relajar la mandíbula?

Dr. L. – El estrés y el bruxismo generalmente están muy relacionados, sí. Desarrollar bruxismo depende un poco del temperamento de cada persona, y es algo difícil de cambiar.

La persona que bruxa (bruxómano) lo va a hacer toda la vida, porque se trata de un hábito inconsciente; lo hace durmiendo o durante el día, mientras realiza cualquier otra actividad. Es cierto que si está nervioso apretará más los dientes, con las consecuencias que eso tiene (dolor de cabeza, de cervicales, no descansar…). Por tanto, mi recomendación es que los pacientes bruxistas que tengan la férula de descarga -el tratamiento más común para el bruxismo-, la utilicen durante más tiempo si se notan más tensos.

Quienes no dispongan de la férula, porque hasta la fecha no sabían que eran bruxistas, pueden probar a intentar autocontrolarse cuando sean conscientes de que están apretando, abriendo la boca para relajar la mandíbula. Aunque, como comento, es algo muy complicado de controlar. Cuando acabe todo esto, esas personas deben ir a ver a su dentista y quizás les recomiende una férula.

P. – ¿Qué podemos hacer si notamos las encías inflamadas o nos sangran cuando nos cepillamos? De normal iríamos al dentista, pero en este caso…

Dr. L. – La encía de por sí nunca debería sangrar. Una encía que sangra es un problema; el clásico tópico de que “de normal las encías sangran” no es cierto, suele ser indicación de una gingivitis o de un problema mayor. Aun así, esto normalmente no es una situación de urgencia, pero sí es necesario tomar precauciones. Mi consejo, hasta que podamos hacer una revisión en la clínica, sería “perder más tiempo” en el cepillado, especialmente en el cepillado nocturno.

La encía de por sí nunca debería sangrar. Una encía que sangra es un problema; el clásico tópico de que “de normal las encías sangran” no es cierto.

P. – ¿Qué consejos de prevención en salud dental son básicos para estos días de confinamiento?

1. La primera norma básica y fundamental es: cepillarse los dientes después de cada comida. Es lo más importante para poder eliminar la placa bacteriana y los restos de comida que se acumulen.
2. También es muy importante no olvidarnos del cepillado nocturno, y no comer nada una vez nos hemos cepillado los dientes por la noche. Si lo hacemos, es necesario volverlos a cepillar.
3. Debemos cepillarnos “barriendo” desde la encía al diente, con especial hincapié en la zona entre los dientes y encías, que es donde más fácilmente se acumula la placa. Para estas zonas entre dientes podemos ayudarnos de otros métodos como cepillos interproximales o seda dental.
4. El colutorio es un buen complemento para el cepillado, pero no un sustituto. Nos sirve como apoyo, pero por sí solo el colutorio no soluciona un problema de placa.

P. – ¿Es cierto que no es recomendable enjuagarse con agua después de cepillarnos si queremos que el cepillado sea efectivo?

Dr. L. – No. Sí que debes enjuagarte, aunque sea para no quedarte con espuma en la boca. Ahora bien, si no tenemos dentífrico, siempre es preferible cepillarnos los dientes sin él a no cepillarnos. La pasta es un vehículo que hace más agradable el cepillado.

P. – La dieta influye en nuestra salud dental y estando en casa tendemos a picar más entre horas. ¿Influye esto en nuestra salud dental?

Dr. L. – Si picamos entre horas vamos a estar todo el día con alimento entre los dientes y en contacto con la placa dental, lo que resulta muy dañino para los dientes. Ya que debemos cepillarnos después de cada ingesta, es preferible mentalizarnos para aglutinar las 3 o 5 comidas que hagamos diariamente para cepillarnos al acabar. Eso sí, si tomas algún alimento a deshora, recuerda cepillarte de nuevo, poniendo especial interés en el cepillado nocturno.

P. – ¿Es necesario intensificar nuestra higiene dental durante la cuarentena?

Dr. L. – No, a no ser que nuestros hábitos de higiene previos fueran deficientes, o que hayamos cambiado nuestra rutina y hagamos más comidas que antes, que entonces sí tendremos que cepillarnos más veces. Hay que seguir las recomendaciones que nos haya indicado el dentista; cuidar los dientes y encías y no olvidar el cepillado de la lengua, que resulta especialmente importante en estos momentos.

P. – ¿Podamos tomar alguna medida de prevención contra el coronavirus a través de la higiene dental?

Dr. L. – Nosotros recomendamos realizar enjuagues con una mezcla de colutorio y agua oxigenada diluida (proporciones: una parte de agua oxigenada rebajada al 1% frente a tres de agua normal), o bien con povidona yodada (rebajada al 0,2%). En la farmacia puedes preguntar por estos antisépticos y por la forma correcta de medir las proporciones de esta mezcla.

Estos enjuagues parecen inactivar el coronavirus, pero deben hacerse de forma adicional a las medidas de prevención generales que indican los expertos: lavarse las manos después de tocarse la boca y los ojos y emplear geles hidroalcohólicos.

P. – ¿Qué deberían tener en cuenta los pacientes que han dejado a medias algún tratamiento de ortodoncia?

Dr. L. – Además de atender las urgencias, cada dentista debe llamar a los pacientes que están siguiendo un procedimiento de larga duración y marcar unas pautas.  Hay tratamientos en los que no pasa nada por no ver al paciente en 2 meses, otros en los que igual podemos facilitar materiales para continuar desde casa y habrá pacientes con urgencias que sí será imprescindible tratar en la clínica.

No debe interrumpirse un tratamiento a largo plazo de forma radical; existen soluciones a distancia. Cada dentista debe llamar a los pacientes que se encuentran en esta situación y marcar unas pautas.

En el caso de un paciente de ortodoncia con alineadores, por ejemplo, a lo mejor le podemos facilitar el siguiente alineador para que lo cambie en su casa. Al que lleva ortodoncia fija y se le suelta un alambre, quizás tenga que venir a la clínica para que le cortemos o coloquemos de nuevo el arco, si le pincha la mejilla y le incapacita para seguir con su vida con normalidad.

En cualquier caso, no debe interrumpirse un tratamiento a largo plazo de forma radical; existen soluciones a distancia. Si un paciente de ortodoncia tiene cualquier problema, lo primero que debe hacer es seguir las indicaciones de su dentista, ya que para eso conoce perfectamente su caso.

P. – Y alguien que ha seguido un tratamiento con implantes y en estas fechas les tocaba colocar la corona definitiva, ¿es necesario que esperen hasta que se regrese a la normalidad para poder terminar el tratamiento?

Dr. L. – Sí, esto no es una situación de urgencia. Generalmente se esperan unas semanas o meses a que el implante se integre correctamente en el hueso antes de colocar la prótesis (proceso que conocemos como osteointegración). Si transcurren 1 o 2 meses más no supone ningún problema, igual hasta viene bien.

Otra cosa sería que durante este proceso se afloje alguna corona o algún tapón. En estos casos el paciente también debe llamar y preguntar a su dentista. Así, sea urgente o no, seguro que se queda más tranquilo.

P. – ¿Alguna recomendación final para cuidar nuestra salud dental estos días?

Dr. L. – Es muy importante no descuidar nuestra higiene bucal. Esto incluye cepillar el dorso de la lengua, una zona que muchos olvidan pero en la que también tienden a acumularse restos de alimentos; si no se limpia, podemos llegar a desarrollar halitosis (mal aliento).

Por último, recordar que el cepillado más importante, el que nunca nos debemos olvidar, es el cepillado nocturno. Es frecuente, por ejemplo, ponerse una película o una serie antes de acostarse, quedarse dormido en el sofá e irse a la cama sin cepillarse los dientes. Para evitar que esto ocurra, hay que cepillarse siempre después de cenar y antes de ver la televisión. ¡No nos olvidemos!

Dr. Fernando Loscos Morato

El Dr. Fernando Loscos es médico especialista en estomatología, con más de 30 años de experiencia. Cuenta con el Premio Extraordinario Santiago Ramón y Cajal de la Universidad de Zaragoza y es conferenciante ITI(International TeamforImplantology). Además de ser Director médico de su propia clínica dental en Zaragoza, es ponente de decenas de cursos de formación;profesor invitado en el postgrado de Periodoncia e Implantes de la facultad de Odontologíaen Huesca desde 2009; director de los “Study Clubs” de ITI en Zaragoza y miembro de diversas sociedades, entre las que cabe destacar SEPA, la Federación Española de Medicina del Deporte e ITI.