122018Feb
¿Cuánta importancia tiene dormir lo suficiente?

Tanto en adultos o niños, dormir es algo fundamental y la falta continuada del sueño puede desembocar en trastornos físicos y psicológicos, ya que mientras dormimos se produce la regeneración cerebral, tan necesaria para poder seguir “funcionando bien”.

Cuando estamos dormidos, muy al contrario de lo que se puede pensar, existe una gran cantidad de actividad cerebral, ya que es el momento en el que se liberan una serie de hormonas que ayudan a limpiarlo y a ponerlo “a punto” para el día siguiente.

De hecho, si observamos con alguna de las herramientas de valoración que existen la actividad eléctrica del cerebro durante el sueño, veremos que ésta es incluso más sincronizada y organizada que la de la vigilia.

Problemas relacionados con la falta de sueño

Desde el punto de vista físico hay evidencias científicas abundantes que demuestran que, entre otras consecuencias, la falta de sueño favorece la aparición de obesidad, diabetes, problemas cardiovasculares, trastornos circulatorios, problemas relacionados con la inmunidad…. e incluso en los niños una detención del crecimiento (se ha demostrado que la hormona del crecimiento se segrega en mayor cantidad en la primera hora después de haberse iniciado el sueño nocturno).

También se ha demostrado que, mientras dormimos, el cerebro elimina también “residuos” que se han ido produciendo durante la vigilia; por ejemplo, se ha demostrado que durante el sueño profundo el cerebro es capaz de limpiar el “amiloide” que se acumula en él. ¿Qué es el “amiloide”? Pues ni más ni menos que la proteína cuya acumulación está relacionada con el origen de la Enfermedad de Alzhéimer.

Pero, aunque no desarrollemos una enfermedad, desde un punto de vista cognitivo y psicológico dormir correctamente es especialmente importante en personas sanas. Y no olvidemos que cuando hablamos de “dormir correctamente”, hablamos tanto de “calidad” como de “cantidad”.

Un descanso correcto es, sin duda, la mejor manera de almacenar una nueva información dentro de las horas siguientes al aprendizaje producido. Por el contrario, la falta de un sueño adecuado a cada edad puede producir irritabilidad, alteración en el estado de ánimo, falta de atención, inquietud, ansiedad, depresión, etc.

¿Cómo afecta la falta de sueño a los adultos?

Todos sabemos que muchos niños, cuando están más cansados, tienden a ponerse más activos y nerviosos, quejosos, caprichosos y llorones, y sin embargo a pesar de aparentar estar más “activos”, realmente es mucho más complicado hablar y razonar con ellos en esos momentos.

Pues bien, con los adultos ocurre lo mismo, dormir mal trae arrebatos de mal humor, dificultad para concentrarse, desgana a la hora de emprender nuestras tareas, problemas para memorizar, decaimiento, nerviosismo, menos “aguante” …

En líneas generales, los adultos tenemos más “autocontrol”, por lo que sobrellevaremos este cansancio con algo más de “dignidad”. Pero ahí está. Y a largo plazo la falta de un sueño correcto traerá fracaso escolar en el niño y puede traer fracaso profesional en el adulto, en el mejor de los casos; pues, como ya hemos comentado, puede traer enfermedades realmente graves.

¿Cuál es el problema? Muy obvio, aunque a veces lo pasemos por alto: con contadas excepciones, la patología del sueño no duele. Pero, por sus graves consecuencias, no esperemos a que pasen años para ponerle remedio.

Como en el resto de las patologías neurológicas, abordarla precozmente aumentará las probabilidades de éxito y disminuirá la gravedad de las potenciales consecuencias.

Consejos para dormir bien

  1. Realiza ejercicio. Cuando estamos cansados por haber hecho ejercicio nos dormimos más rápido y conseguimos un mayor porcentaje de sueño profundo.
  2. La cama es sólo para dormir. Evita echarte en la cama para ver la televisión, consultar el móvil o comer.
  3. Mantén unos horarios. Es aconsejable, siempre que se pueda, irse a dormir siempre a la misma hora cada día y despertarse también a la misma hora.
  4. Deja el tabaco. La nicotina provoca en nuestro organismo un efecto que dificulta que nos quedemos dormidos con facilidad.
  5. Acondiciona tu zona de descanso. Tu dormitorio debe estar tranquilo y silencioso. Además, la habitación deberá estar ordenada para facilitar ese ambiente de tranquilidad.
  6. Menos cafeína y alcohol. La cafeína nos provocará más dificultad para dormir por la noche, además, el alcohol propicia que nos despertemos varias veces a lo largo de la noche, impidiendo un buen sueño.
  7. Si no consigues dormirte, levántate. Si no puedes conciliar el sueño en 20 minutos, es aconsejable levantarse, realizar alguna actividad relajante como leer, y volver a la cama.
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