252015Ene
Nutrición Infantil: La alimentación de los primeros dos años y el riesgo de obesidad en el adulto ¿Por qué es tan importante?

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En Doctología abrimos una serie de artículos para recorrer, con detenimiento, la importancia que tiene la nutrición durante los primeros años de vida de una persona y su andadura a lo largo de la edad escolar. Las consecuencias directas que tienen los hábitos alimentarios y de otra índole, adquiridos en esas etapas de la vida tienen relación directa con lo que cada individuo será de adulto.

El Dr. Ignacio Ros Arnal, como miembro de la Consulta de Pediatría de los Doctores Ros y de la Unidad de Gastroenterología y Nutrición Pediátrica del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza, nos irá desvelando datos muy reveladores de cómo debemos abordar la nutrición infantil.

Por ejemplo, el sobrepeso es uno de los problemas de salud y sociales de las sociedades contemporáneas. Incluso en las zonas que sufren desnutrición y hambruna se producen muchos casos de obesidad infantil. La necesidad en unos casos, los malos hábitos en otros, la ignorancia, la superabundancia. En todos los rincones del planeta, los niños deberían tener la oportunidad de disfrutar de una nutrición correcta porque ello determinará su salud futura. La edad temprana es un momento ideal para intervenir y optimizar la nutrición.

Pregunta: ¿Dónde empieza la ruta de la salud de una persona?

Respuesta Dr Ignacio Ros: Hasta ahora, las intervenciones de salud en las enfermedades más frecuentes en el adulto, como la hipertensión, la diabetes y la obesidad, se han centrado en mejorar los hábitos, modelos alimentarios y de ejercicio en la edad adulta; lo cual resulta muy complicado y con resultados escasos.

Cada vez tenemos más claro que la intervención se debe realizar mucho antes, incluso desde la época fetal y en los primeros años de vida, ya que, pequeños cambios en estos momentos van a producir grandes beneficios a largo plazo, en lo que se denomina los 1000 primeros días.

¿Qué importancia tiene a nutrición en esta actuación temprana para determinar la salud futura?

De todos los factores ambientales que pueden repercutir en la salud futura la nutrición, y por tanto la alimentación, es el mejor documentado y el que tiene una mayor influencia. Se ha demostrado por ejemplo, que, los niños que sufren desnutrición en la primera etapa de la vida, tienen una capacidad de lectura 20% menor, y sus sueldos son un 20% menores cuando se convierten en adultos.

Desde la concepción hasta los 3 años, existe, lo que se ha denominado, la ventana de oportunidad, sobre la que una adecuada planificación alimentaria-nutricional va a disminuir el riesgo de numerosas patologías en el adulto. Por ello practicar una nutrición responsable es el mejor regalo que podemos brindar a los niños.

Se ha demostrado que, los niños que sufren desnutrición en la primera etapa de la vida, tienen una capacidad de lectura 20% menor, y sus sueldos son un 20% menores cuando se convierten en adultos

¿Influye la situación de la madre en el desarrollo del futuro bebé a largo plazo?

Influye de forma rotunda. El estado nutricional materno influye primero en la fertilidad, pero también en el desarrollo placentario y embrionario; y tiene consecuencias en el nacimiento y la salud infantil. Es tan importante, que un mal estado nutricional materno puede derivar en numerosos problemas.

Por ejemplo, el sobrepeso materno va a aumentar el riesgo de obesidad infantil, hipertensión y diabetes; o un mal control de la diabetes gestacional va a aumentar la masa grasa cuando el niño sea escolar.

Pero, y una vez que ha nacido el niño ¿Sigue siendo importante la nutrición en el desarrollo?

¡Claro!. No sólo el crecimiento fetal sino también la nutrición durante la infancia temprana juegan un papel primordial en las variables de la salud de las personas a largo plazo.

Los factores que rodean al lactante durante su etapa de desarrollo, y dentro de estos fundamentalmente la nutrición, conllevan cambios en la propia genética del niño. Estos genes modificados determinarán, en el futuro -ante situaciones de exceso de aporte calórico y baja actividad como es la dieta occidental- el riesgo de desarrollar numerosas patologías como obesidad, hipertensión o diabetes. Esta alteración genética y este riesgo es, además, transmisible a futuras generaciones.

La obesidad aparece una y otra vez cuando hablamos de la alimentación temprana , ¿Es tan directa la relación?, ¿Podemos hacer algo para modificar esa vinculación?

Los especialistas en nutrición infantil coincidimos en que una intervención correcta en la alimentación temprana reduce los riesgos de obesidad en el adulto. La herencia genética – a la que se culpabiliza de la obesidad- contribuye sin duda a la obesidad. Sin embargo, como hemos comentado, estos genes son modificables, y una mala alimentación en edades tempranas, puede conducir directamente a la obesidad sin que exista riesgo genético, o una adecuada nutrición va a disminuir su riesgo de aparición.

Diagrama Nutrición

Gráfica de la importancia de la nutrición en primeros 1000 días de vida. Fuente: www.nutriciaprogram.com.hk


Los adultos en general tenemos una idea muy positiva sobre los bebés gorditos. Nos hace mucha gracia y no queremos enterarnos de que igual le estamos haciendo daño para su vida futura ¿Cuándo podemos determinar este bebé es obeso?, ¿Hay que darles de comer menos a los niños.

Efectivamente esa idea de cuanto más gordito mejor, está muy instaurada en la sociedad aunque, hoy por hoy, nos debería inquietar el efecto a largo plazo del sobrepeso. En este sentido, no debe preocuparnos los niños que son gorditos y comen mucho con una alimentación sana, pues como valoramos en un estudio (hecho a un un grupo de niños aragoneses) no tienen un riesgo mayor de obesidad en el adulto por lo que nunca se debe poner a un lactante a dieta. En cambio, si sobrealimentamos a los niños por encima de sus necesidades, porque los vemos delgados, producimos una excesiva ganancia de peso durante los primeros 24 meses de vida, con un riesgo muy alto de sobrepeso en la edad escolar y adulta.

Actualmente se habla mucho de los beneficios de la lactancia materna. ¿Influye la leche materna en este riesgo de obesidad futura?

No creo que, hoy por hoy, nadie discuta que la lactancia materna es la mejor de las opciones en la nutrición de los primeros meses de vida. Parece que existe una disminución de la obesidad en el adulto en los niños alimentados con lactancia materna en la infancia; si bien, es muy difícil establecer una relación clara y directa dada la gran cantidad de variables que pueden influir y que son difíciles de aislar.

Pero, en aquellos casos que no se puede dar lactancia materna o cuando se inicia la nutrición con el resto de alimentos, ¿es importante la elección de lo que le damos al niño para evitar la obesidad futura?

Claro que sí; no todos los alimentos son iguales ni en su aporte calórico, ni tampoco en cantidad, calidad y tipo de grasas o proteínas Por ejemplo, una dieta rica en alimentos manufacturados, con alto indice de grasas saturadas y una tasa alta de omega-6 en los primeros meses de vida, va a favorecer un acumulo precoz de grasa, igual que, un exceso de proteínas en el primer y segundo año de vida se va a asociar a un aumento excesivo del peso para la talla. Es decir la alimentación en este periodo, en lo que se ha denominado los 1000 primeros días, desde la concepción hasta los 2 años de edad, es fundamental para marcar el riesgo de obesidad para el resto de nuestra vida.

Primeros 1000 días nutrición infantil

www.thousanddays.org


Todos los caminos nos conducen a una realidad apasionante: los primeros tres años de de vida son cruciales para nuestra salud futura.

Tenemos las herramientas para trabajar en una nutrición responsable durante esa etapa. Y disponemos de unos profesionales: los pediatras especialistas en nutrición infantil, que llevan años trabajando en investigación clínica para aconsejarnos y poner esas herramientas a la disposición de las futuras madres y de los niños. Sería imperdonable dejar pasar esa estupenda oportunidad de ayudar a consolidar una buena salud en los niños del siglo XXI

Dr. Ignacio Ros Arnal.
Experto en:

  • Seguimiento del niño y adolescente
  • Alimentación del 0 a los 18 años
  • Tratamiento nutricional (bajo peso, obesidad…)
  • Patología digestiva (celiaca, alergia alimentaria…)
  • Alteración motilidad digestiva (vómitos, estreñimiento…)
  • Trastornos alimentarios (mal comedor, malos hábitos…)

Pedir cita con Dr. Ignacio Ros Arnal

Plaza Aragón, 3, 5ºB, 50004 Zaragoza

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