112015Dic
Vacunas a embarazadas frente a la tosferina

La tosferina es una enfermedad bacteriana de tipo respiratorio que, en el caso de los bebés menores de tres meses, tiene un elevado índice de mortalidad. Aunque en España la cobertura de vacunación frente a esta enfermedad es muy elevada, en los últimos años ha habido un aumento en la incidencia, sobre todo, en los menores de un mes y se han producido varios casos de fallecimiento.

Ante la alarma generada, las autoridades sanitarias han decidido poner en marcha una estrategia de vacunación frente a la tosferina en mujeres embarazadas. En Aragón, este programa acaba de iniciarse este mes de diciembre y se administra en el tercer trimestre de gestación.

Una medida efectiva

En este momento se considera la medida más efectiva para evitar la aparición de la tosferina en lactantes menores de tres meses, antes de administrarles la primera dosis de la vacuna. Dicen los expertos en Salud Pública que no se han observado problemas ni para el embarazo, ni en el parto, ni tampoco para el neonato.

Para poder llevar a cabo esta medida, se retrasará la vacunación a los niños de seis años hasta que se normalice el abastecimiento.

El Dr. Ignacio Ros, pediatra en Zaragoza y uno de los especialistas que forma parte de Doctología, recuerda que siempre ha habido casos de tosferina, pero que, efectivamente, “en los últimos años ha habido un aumento de casos y es un problema para los menores de tres meses porque es muy contagiosa”.

Como ante cualquier otra enfermedad, recomienda a las madres “evitar el contacto de los bebés con personas que estén pasando un proceso infeccioso para tratar de que exista el contagio”.

Los niños no vacunados tienen ocho veces más riesgo que los vacunados

Y subraya que la vacunación a las embarazadas “es la estrategia adecuada”.

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Cómo se va a hacer

  • Se administrará una dosis de vacuna dTpa entre las semanas 28 y 36 de gestación.
  • La vacuna se administrará en cada embarazo al margen de su estado previo de vacunación.
  • No se vacunará antes de la semana 28 de gestación porque la efectividad de la medida es menor.
  • En el caso de mujeres que no hayan podido acceder a la vacuna antes de la semana 37 de gestación, se les vacunará lo antes posible.

Por qué se llega a esta situación

Hay un desabastecimiento generalizado de la vacuna que incluye también la protección contra la difteria y que está afectando a toda Europa, debido a las dificultades de fabricación de las dos compañías comercializadoras y también por un aumento en la demanda de las vacunas.

Hace algunos años, se modificó la vacuna porque la anterior tenía más efectos secundarios. La que se administra actualmente limita la circulación de la bacteria, tiene menos contraindicaciones pero también la inmunidad es algo menor, aunque hay una elevada cobertura entre la población.

El fallecimiento de varios bebés en los últimos meses ha llevado a adaptar el calendario de vacunaciones infantil, reservando a las embarazadas las dosis disponibles de vacuna dTpa (difteria, tétanos, tos ferina acelular -pertussis- de baja carga antigénica) que antes se ponían a los niños de 6 años.

Los laboratorios se han comprometido a garantizar la continuidad del suministro de vacuna a los centros sanitarios.

Causas y síntomas de la enfermedad

La tosferina es una tos convulsiva causada por las bacterias Bordetella pertussis. Es una enfermedad grave que se propaga fácilmente mediante las gotitas que se mueven a través del aire, cuando una persona infectada estornuda o tose.

Los síntomas de la tosferina comienzan como los de un resfriado común y se diagnostica mediante el cultivo de una muestra del moco, tal y como explica el pediatra Ignacio Ros. Los primeros síntomas llegar aproximadamente una semana después de la exposición a la bacteria y los más graves a los 10 o 12 días.

“Es una tos muy característica, con ruidos estridentes y espasmódicos”, señala el Dr. Ros.

La tosferina también puede producir asfixia y pausas largas en la respiración, sobre todo en bebés.

Los episodios de tos son tan continuados y fuertes que pueden provocar vómitos, fiebre y cianosis, entre otros síntomas.

Tratamiento

Si se diagnostica pronto, los antibióticos pueden combatir la enfermedad y ayudar a reducir el contagio a otras personas. Los jarabes para la tos, expectorantes y antitusígenos, generalmente, no son válidos y no se recomienda su uso.

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