12021Oct
Cómo cuidar nuestros ojos para evitar problemas de visión

El Dr. Enrique Fuentemilla es especialista en oftalmología en Zaragoza y pasa consulta en su consulta de la calle Laguna de Rins.

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La vida durante la cuarentena parece haberse trasladado a las redes sociales, donde puedes aprender a cocinar, seguir un entrenamiento físico en directo, comentar tus series de televisión favoritas, debatir sobre gustos con desconocidos y reírte con las ocurrencias de algunas comunidades de vecinos.

Los smartphones, tablets y ordenadores encierran ahora universos y comunidades con sus propias tradiciones y formas de expresión. Pero ¿es bueno para nuestra salud pasarnos el confinamiento sumergidos en el mundo digital? ¿Cómo afecta a nuestros ojos vivir entre pantallas?

El Dr. Enrique Fuentemilla, especialista en oftalmología en Zaragoza, nos explica cómo podemos cuidar la vista durante la cuarentena y ofrece recomendaciones para aquellos que dependen de las pantallas ahora más que nunca para poder trabajar, así como consejos para proteger nuestros ojos y evitar que se conviertan en una vía de contagio. También aclara en qué casos es urgente acudir al oftalmólogo incluso durante la cuarentena. ¡Echa un vistazo!

Pregunta – El coronavirus también se puede contagiar por vía ocular, ¿cómo podemos proteger nuestros ojos?

Dr. Fuentemilla – Efectivamente, parece ser que también se transmite por secreciones oculares y el contacto con los ojos. Para prevenir lo más recomendable es seguir las instrucciones generales de higiene e intentar no tocarnos, aunque muchas veces es algo involuntario, por ello es importante lavarnos las manos.

En el caso de personas que se encuentren en un ambiente muy cerrado o con mayor riesgo, como las personas en profesiones de riesgo, deberían llevar además una mascarilla, gafas protectoras o pantallas. Pero, en nuestro espacio privado, con seguir las medidas de protección habituales sería suficiente.

P. – Por sí solo, ¿el coronavirus puede tener algún efecto en nuestra salud ocular?

Dr. F. – Una de las causas de esta crisis sanitaria es que no conocemos mucho al coronavirus. Ahora mismo no sabemos si puede haber algún tipo de secuela. Sí se ha descubierto que, así como a algunos pacientes contagiados les falla el sentido del gusto o del olfato, otros podrían manifestar una conjuntivitis, pero los casos no llegan al 1%. Conforme pase el tiempo, más sabremos sobre el tema; de momento se sigue investigando.

P. – ¿Cómo puede afectar a la salud de nuestros ojos estar todo el día encerrado en casa?

Dr. F. – Realmente el simple hecho de estar en casa no debería afectar a nuestros ojos; a no ser que nos encontráramos en una situación de confinamiento sensorial total, es decir, que no recibiéramos nada de luz natural durante un tiempo prolongado. En general, es suficiente con abrir las ventanas y ventilar, aunque sí hay factores que pueden perjudicarnos como son la sequedad o la exposición constante a las pantallas, que estos días es aún más frecuente de lo habitual.

Al ser poco tiempo de encierro, consideramos que es difícil que empeore el grado de miopía o de otras patologías oculares, solo por el hecho de permanecer en casa. En ese sentido la gente puede estar tranquila.

P. – ¿Qué repercusiones tiene esta exposición constante a las pantallas para nuestra vista?

Dr. F. El problema de las pantallas es doble:

  • Por un lado, al estar delante de la pantalla durante un largo rato parpadeamos menos y podemos llegar a tener problemas de sequedad, enrojecimiento, picor, sensación de cansancio, etc. Para evitarlo, es importante utilizar lágrimas artificiales, encontrarnos en un ambiente húmedo y descansar la vista.
  • Por otro, normalmente las utilizamos en posturas que no son buenas para nuestros huesos y articulaciones. Es importante que si trabajamos con el ordenador nos sentemos rectos y a una altura correcta de la pantalla. Suelen ir mejor los ordenadores de sobremesa que los portátiles, porque la postura con la que tendemos a utilizar los segundos suele ser peor.

P. – ¿Qué personas tienen más riesgo y por tanto deberían extremar estas recomendaciones y limitar el uso de pantallas?

Dr. F. – Las personas con patologías oculares u ojo seco podrían tener más molestias, pero los niños también son población de riesgo. Se ha demostrado que el uso prolongado de las pantallas sí aumenta la probabilidad de que el ojo se haga miope. Deberíamos limitar sus horas diarias de pantalla -2 o 2 y media como máximo-. Estos días tienen que usar el ordenador para hacer los deberes y ver las clases, pero tenemos que intentar disciplinarles e instarles a que descansen la vista.

Al ser poco tiempo de encierro, consideramos que es difícil que empeore el grado de miopía solo por permanecer en casa. En ese sentido la gente puede estar tranquila. Sin embargo, el uso prolongado de las pantallas sí aumenta la probabilidad de que el ojo se haga miope.

Con la televisión no habría tanto riesgo porque el problema está más relacionado con la visión próxima y la acomodación (usamos nuestra visión de cerca mucho más de lo que deberíamos). La televisión suele estar más lejos, y en el caso de la lectura las repercusiones no son tan acusadas como con el uso de pantallas, porque su brillo también influye

P. – ¿Qué recomendaciones daría a las personas que, por trabajo, no puedan desconectar de las pantallas, para evitar daños en su visión?

Dr. F. – Daría cinco recomendaciones o pautas básicas:

  1. Es muy importante que haya luz ambiental; a veces tendemos a apagar las luces, pero la habitación nunca debería estar a oscuras, evitemos trabajar solo con la luz del ordenador.
  2. Debemos vigilar los reflejos en la pantallas, que al cabo de un rato resultan molestos.
  3. Hay que colocarse en una posición adecuada, rectos y a una distancia prudencial. Una buena postura también nos ayudará a evitar dolores cervicales y de espalda.
  4. Tenemos que intentar que haya algo de humedad en la habitación, ventilar de vez en cuando. Los ambientes muy secos no sientan bien a nuestros ojos.
  5. Cada una o dos horas debemos hacer un descanso y relajar la vista: ir a por agua a la cocina, darnos un paseo por el pasillo también nos ayudará a evitar problemas vasculares.

P. – ¿Qué otras actividades, además de las pantallas, podrían dañar nuestros ojos estos días?

Dr. F. – Es muy importante tener mucho cuidado a la hora de desinfectar, sobre todo si no estamos acostumbrados, y proteger bien nuestras manos y ojos. Si limpiamos con lejía o agua oxigenada no debemos tocarnos los ojos porque son productos súper tóxicos y pueden hacer mucho daño.

P. – ¿Qué podemos hacer si nos pican los ojos o notamos sequedad? ¿Tiene algún riesgo el uso frecuente de colirio para aliviarnos?

Dr. F. – No, no es peligroso. Si tenemos problemas en la vista, el colirio y las lágrimas artificiales deberían usarse, antes incluso de que nos lo pidan nuestros ojos; no hay problema de acostumbramiento ni de dependencia. Eso sí, si vemos que los efectos de las lágrimas que usamos duran poco, quizás es bueno cambiar y usar otras más espesas o que nos duren más.

P. – ¿Hay algún alimento que pueda reforzar nuestra salud ocular?

Dr. F. – Si nos alimentamos de forma saludable habitualmente no haría falta tomar suplementos. La dieta mediterránea va muy bien para mantener la salud ocular. Podemos incluir:

  • 5 raciones de frutas al día. Las naranjas son especialmente buenas, porque contienen pigmentos naturales que ayudan a conservar la salud de la mácula.
  • Verduras muy verdes (espinacas, acelgas…).
  • Pescado azul tres veces a la semana (contiene omega 3). Son buenas opciones las sardinas, el salmón, el atún y las anchoas cocinadas o servidas de cualquier manera.
  • Un par de nueces cada dos o tres días.

En general, llevar una alimentación equilibrada es lo que va a contribuir a preservar nuestra salud. Aun así, las personas con problemas de absorción quizás sí deban recurrir a especialistas que les digan si deben suplementar algún otro tipo de vitamina.

Para ayudar a mantener la salud ocular va muy bien la dieta mediterránea. En general, si llevamos una alimentación equilibrada no haría falta tomar vitaminas adicionales.

P. – ¿Alguna recomendación para el día en que podamos volver a salir a la calle con normalidad, y nos dé el sol después de mucho tiempo?

Dr. F. – Unas gafas de sol no vendrían mal, principalmente porque saltaremos del invierno a meternos casi de golpe en el verano. Aun así, como tampoco está siendo mucho tiempo de encierro en principio no deberíamos tener ningún problema.

P. – ¿En qué situaciones de urgencia estaría indicado acudir al oftalmólogo incluso durante la cuarentena?

Dr. F. – Esta pregunta es importante, porque hay patologías oculares que pueden ser irreversibles. Habría dos casos principales:

  • Un dolor de ojos que sea continuado en el tiempo o no desaparezca tras tomarnos un paracetamol. El dolor de ojos no es normal, es decir, puede introducirse una legaña o ponerse rojo, pero si no se mitiga tras un rato es importante examinarlo; puede provocar uveitis o una úlcera corneal.
  • Tener cualquier tipo de alteración o pérdida de visión. Si vemos puntitos brillantes, moscas flotantes, las líneas se distorsionan, o vemos una especie de tela negra y nos falta un trozo de imagen, y estos efectos se prolongan durante más de una hora, puede ser un síntoma de una degeneración macular o un desprendimiento de retina. En ambos casos es muy importante dar el tratamiento adecuado.

Ambos casos entran dentro de las patologías urgentes y no demorables.

P. – ¿Cuál es la diferencia entre un óptico y un oftalmólogo? ¿Cuándo debemos acudir a uno u otro especialista?

Dr. F. – Esto es como plantearse si debemos ir a la farmacia o al médico, o al fisioterapeuta o al traumatólogo. La labor del optometrista es fundamental, especialmente para analizar la refracción, realizar gimnasia visual o procesos de recuperación tras una cirugía. Sin embargo, no puede diagnosticar ni tratar patologías oculares, de esto se encarga el oftalmólogo.

Si una persona ve mal y cree que necesita gafas, se acercará al óptico. Sin embargo, si tiene un problema ocular y empeora estos días, debería acudir directamente al oftalmólogo.

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